Urtica dioica L.
La Urtica
dioica L. es una gran y antigua conocida de todos, comúnmente conocida como
ortiga, chordiga, etc.
Analizando su nombre científico podemos saber mucho sobre ella. La primera parte del nombre, en este caso Urtica, es siempre el género de la
planta. Y es que, como todos sabemos, es
una planta muy urticante. La principal característica
de esta planta es que posee unos pelos en forma de pequeñísimas ampollas,
llenas principalmente de ácido fórmico (el que usan las hormigas para
defenderse). Estos pelos son muy frágiles, por lo que es suficiente el roce
para provocar su rotura, vertiendo el ácido sobre nuestra piel.
La planta gusta de estar en lugares como
pueblos abandonados, riberas de caminos, etc; por lo que todos en mayor o menor
medida hemos aprendido a diferenciarla a las malas.
En la foto se pueden apreciar las pequeñas ampollas, preparadas para
romperse al más mínimo contacto.
La segunda parte del nombre, en este caso dioica,
es el que define la especie en cuestión.
De la misma manera que una palabra muy repetida últimamente,
economía, proviene de oikos
"casa", y nemo "administrar" (“administrar la casa”); la palabra dioica (di-oikos) quiere
decir, literalmente, dos casas.
Porque un organismo dioico es aquél en
que unos ejemplares (en las plantas a los ejemplares se les llama “pies”) son masculinos
y otras son femeninos. Es decir, como nosotros.
En contraposición están las plantas que son monoicas, es decir, que en el mismo pie
tenemos flor masculina y femenina.
Debido a sus características, una planta dioica es
alógama, es decir, que obligatoriamente un ejemplar es fecundado por otro (por seguir con la analogía, como en el ser humano, claro) Mientras que si es monoica, puede ser, alógama o autógama (que puede autofecundarse).
Por supuesto, hay muchas situaciones particulares que podríamos
detallar, ya que no hablamos de reproducción asexual, hermafroditismo, poligamia o muchas otras particularidades vegetales; pero sirva este post para explicar algo de dos conceptos repetidos hasta la saciedad: La
dicotomía alógama-autógama y la de dioico-monoico.
Y que conste que esta analogía, por la que cualquier botánico podría excomulgarme, la hago para intentar mantener la atención de mi hasta ahora único seguidor ;)
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