Pinus sylvestris. El Pico del Águila (Huesca)
Pinus sylvestris,
también conocido como pino silvestre, pino albar o pino royo (en
Aragón) es una especie presente en áreas de fuerte continentalidad climática,
representada en el Pirineo oscense entre los 1.000 y 1.700 m.
Es un pino
característico de la región eurosiberiana y el árbol de área más extensa
de
Europa, presente desde Escandinavia hasta Sierra Nevada y desde los
montes de Palencia
hasta Manchuria (entre Rusia, Mongolia y China). De hecho, el nombre de
"Pino silvestre" se lo dio el propio Linneo, ya que es el único pino
que crece de forma silvestre en su tierra natal, Suecia. Las masas más
extensas están en
Siberia, Rusia, Polonia y Alemania.
Un rasgo peculiar de
este pino, que nos puede ayudar a diferenciarlo, es el color anaranjado que
adquiere la corteza en la parte superior del tallo.
Puede alcanzar 30-40 m de altura en condiciones
ambientales adecuadas, pero en función del viento o el terreno, puede tener un
aspecto deformado y bajo. En la foto, un
pino que por la inestabilidad de la ladera o por efecto de un alud, aparece
totalmente tumbado, aunque se niega a morir.
Son características
igualmente sus pequeñas piñas, de unos 3-5 cm y sus cortas acículas (3-6 cm), similares a Pinus uncinata, con el que tiende a hibridarse, ya que genéticamente está muy relacionado. En la zona de contacto entre estas dos especies (1.600 a 1.800 m), encontramos ejemplares híbridos, denominados Pinus x rhaetica, que poseen características intermedias, como corteza anaranjada y piñas ganchudas.
Con respecto a su
hábitat, se instala sobre todo tipo de sustratos, aunque tiene mejor desarrollo
sobre los ácidos. Exige precipitaciones
superiores a los 600 mm
anuales, con mínimos estivales no menores a 200 mm.
En España ocupa
alrededor de 1 millón de hectáreas (el 35 % son repoblaciones) y de éstas, las
provincias de Huesca y Lérida son las que presentan las mejores masas.
Así pues, tenemos la
suerte de poder observar cerca de casa y en buenas condiciones uno de los
bosques típicos de Centroeuropa.
Propongo una
excursión clásica: El Pico del Águila, desde el pantano de Árguis (Huesca). A pesar de haberlo subido docenas de veces,
este domingo me propuse subirlo más tranquilamente, observando con nuevos ojos
el conocido pinar.
Sorprenden los diámetros de algunos pies y sin demasiados conocimientos se puede ver la abundante flora que acompaña al pinar: el clásico boj (Buxus sempervirens), gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), rusco (Ruscus aculeatus), hiedra (Hedera helix), espino albar (Crataegus monogyna), enebro (Juniperus communis) y un larguísimo etcétera. Además, y en función de la orientación de la ladera, podremos encontrarnos desde carrascas (Quercus ilex) hasta abetos (Abies alba) o hayas (Fagus sylvatica). En la foto podemos ver el pantano casi vacío de Árguis, tras salir del primer tramo de bosque.
Cima del Pico del Águila (1.623 m)
Sorprenden los diámetros de algunos pies y sin demasiados conocimientos se puede ver la abundante flora que acompaña al pinar: el clásico boj (Buxus sempervirens), gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), rusco (Ruscus aculeatus), hiedra (Hedera helix), espino albar (Crataegus monogyna), enebro (Juniperus communis) y un larguísimo etcétera. Además, y en función de la orientación de la ladera, podremos encontrarnos desde carrascas (Quercus ilex) hasta abetos (Abies alba) o hayas (Fagus sylvatica). En la foto podemos ver el pantano casi vacío de Árguis, tras salir del primer tramo de bosque.
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