Pardina de Santa Quiteria o Estaún

La toponimia de esta recoleta pardina es un poco confusa, ya que en Javierrelatre el lugar es conocido como pardina de Estaún, mientras que en Rasal (muy unido a la historia de esta pardina) lo denominan pardina de Santa Quiteria.


Para mayor enredo, al norte de Escusaguas (al este del lugar que nos ocupa), encontramos en los mapas del IGN otra "pardina de Estaún" (1). La confusión es debida a que ambas fueron propiedad de Casa Estaún de Lasieso.



Pardina de Estaún / Santa Quiteria
 
La vivienda de esta pardina se encuentra en el centro de una “T” que forman los núcleos de Javierrelatre, Anzánigo y Rasal y en término del primero; por lo que podemos acceder a este enclave desde cualquiera de estos tres lugares.


Probé el camino desde Anzánigo, remontando el Gállego por una bonita senda; y también desde Rasal, cruzando la sierra y descendiendo por el paco hasta toparme con la casa.

Río Gállego, en su lento discurrir de Javierrelatre a Anzánigo


Es un grupo de tres edificios, estando uno de ellos en bastante buen estado (al menos en lo que se veía desde fuera), aunque la cantidad de artos que rodean los edificios hace imposible intentar adentrarse. El resto está en ruinas.


Ruinas poco accesibles el día de mi visita

En los años 40 los pardineros eran la familia Ara Pérez, de Rasal. El amo, conocido como "Gaimoné" por ser de Casa Gaimón, se había casado con una hija de Casa Maifons y allá fueron, matrimonio e hijos; a una ladera que hoy ya solo contemplan los escasos viajeros del canfranero; pero en la que entonces no solo estaba Estaún, sino también la Pardina Marieta (era propiedad de Casa Marieta de Estallo), se sembraba, se carboneaba...



Solitaria casilla del ferrocarril, antaño también habitada

La persona que me lo contaba era familia de los pardineros y recuerda que, siendo niña, un día visitó la pardina. Habían salido pronto de Rasal camino de Anzánigo, para comprar unos zapatos nuevos para su comunión. Anzánigo en aquel entonces tenía algún comercio, al que acudían desde lugares a más de tres horas andando.

Antiguos campos ya irreconocibles


También a este pueblo acudían al colegio; no solo los niños de Santa Quiteria, sino también de la pardina Salamaña o de la central eléctrica.  Más de uno se quedaba a comer en Casa Lavedán de Anzánigo.

Impresionante pardina de Salamaña

Tras estos pardineros aún vivió otra familia provinientes de Loarre, que estuvo varios años hasta que decidieron probar suerte en otra pardina.  Unos pocos cientos de metros más abajo y en la otra margen del Gállego, un pequeño sendero remonta el barranco del río Moro hasta llegar a la casa de la pardina Salamaña.  Un magnífico y robusto bloque encalado que debió ser digno de admiración en sus buenos tiempos, y en los que los nuevos pardineros vivieron hasta que, como en tantos otros casos, abandonaron este estilo de vida para asentarse en un pueblo.   

Pero esa es otra historia.
Salamaña.  Paradójicamente, los yezgos acabarán por comerse el yerbero


(1) Esta otra pardina existía desde antes de 1845 ya que, según el Catastro de Madoz, el término de Layés lindaba por el este con "pardina de Estaún".  Por otro lado, en los amillaramientos de Javierrelatre de 1863 constan:


      - Antonio Gavín Betrán, "el tintorero". Vecino de Rasal. Propiedad en Santa Quiteria con una cabida de 84 fanegas de cereal (19 f de 1ª, 15 f de 2ª y 50 f de 3ª), 1650 fanegas de “Inculto a pastos” y 70 fanegas de “infructuoso”.


     - Juan Benito Pérez, de Lasieso. Propiedad en Santa Quiteria con una cabida de 175 fanegas de cereal (24 f de 1ª, 51 f de 2ª y 100 f de 3ª) y 3342 fanegas de “Inculto a pastos”.




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