El Pino Gordo

Siguiendo con la temática de árboles monumentales, os presento a otros seres que merece la pena conocer.  En la isla de Tenerife, a casi 1500 msnm de altitud (aquí tenéis una buena guía del entorno), encontramos un pino canario (Pinus canariensis) que responde bajo el sencillo nombre de Pino Gordo.

En ocasiones veo caras.... Es la pareidolia.

Es difícil hacerse a la idea de las dimensiones de organismos como éste (me refiero al árbol)

Con 45,12 metros de altura y una circunferencia a la altura del pecho de 9,36 metros; el Pino Gordo es el segundo árbol autóctono más alto de España.  Un auténtico lujo del que disfrutar camino del Parque Nacional del Teide.

Cual Hyperion canario, el Pino Gordo eleva su silueta en el skyline isleño

Aún impresiona más saber que al lado de esta maravilla de árbol se encuentra el conocido como Pino de las dos pernadas.  Su ubicación no permite verlo con la perspectiva tan clara del Pino Gordo pero, con 56 metros de altura y una circunferencia a la altura del pecho de 8,30 metros, es todavía mayor que su compañero.  Es decir, que puede presumir de ser el árbol autóctono más alto de toda España.

Pino de las dos pernadas

Así es como, en un recodo de una pequeña carretera y separados por poco más de 100 metros, encontramos estas dos humildes maravillas.  Estamos en el Parque Natural de la Corona Forestal, territorio protegido que a su vez protege al Parque Nacional del Teide.  

Y precisamente porque la inmensa mayoría vamos camino de ver el famoso volcán, pocos reparamos en los parajes que alberga esta Corona. 

Paisaje característico de la Corona Forestal, ya entrando al Teide

Luego están esos pequeños detalles que Tenerife tiene con los turistas, permitiéndote estar por la mañana a 3.700 metros de altura y contemplar el atardecer en una playa como La Tejita, disfrutando de las vistas a otro extinto volcán y al infinito atlántico.

Insuperable.

Playa de La Tejita, con vistas a su famosa Montaña Roja 



Comentarios

  1. Que maravilla, me encantan las texturas y la rugosidad de esas cortezas.
    Un saludo.

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    1. Y eso que con ese clima no había un buen musgo húmedo para oler, como en tu tierra! Pero sí, esos troncos nudosos y viejos son tremendos para tocar... Saludos!

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