Paisajes flamencos en la ribera

La última nevada que ha caído en el entorno de Zaragoza capital pintó unas escenas que no desmerecerían ninguno de esos cuadros de paisajes flamencos nevados de los siglos XVI y XVII.



Las nevadas son tan poco frecuentes aquí que no me pude resistir a dar un rápido garbeo por la desembocadura del río Gállego.  Las cardelinas, petirrojos, carboneros o mirlos saltaban tranquilos de árbol en árbol confiados en su camuflaje, pero el blanco los delataba, así que podías disfrutar de su compañía mientras observabas este entorno tan cambiado.  

Me vino a la cabeza la adivinanza del estupendo libro para niños Quiquiriquí de Garabato Books.

"Sábana blanca,
de lino no.
Todo lo cubre
pero el río no".
¿Qué es?


Que disfrutéis de las vistas..








Comentarios

  1. Una maravilla, la pena es que por aquí el manto de nieve fue como un suspiro, duró muy poco.
    Un saludo.

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    1. Cierto! Tan bonito como fugaz.. no me dio tiempo a cansarme.. :-). Saludos!!

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  2. Roberto Gallego Montoro4 de marzo de 2018, 1:35

    Encantadoras postales !!! La naturaleza revestida con sus mejores galas. Estas ultimas nieves y las abundantes lluvias, ya apumtan a una grandiosa primavera.

    Un saludo !!!!

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    1. Ya te digo.. por aquí había una sequía importante. Con estas borrascas, al menos la margen izquierda del Ebro (la que depende del Pirineo) salvará los muebles. Tengo ganas de primavera. Un saludo!!

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  3. Es una delicia mirar y remirar tus fotos de la nevada; la nieve es especial, sabe como atrapar el alma, sin duda.
    Un abrazo grande:)

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    1. Tu lo has dicho. Hasta los perros corrían y saltaban nerviosos por la nieve, sin saber muy bien qué era; aunque por su expresión no hay duda que les gustaba. Gracias Moni! Otro abrazo para ti!

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  4. Estupendos recuerdos los que me ha traído la nieve, la década de los 50 cuando nos juntábamos los críos haciendo travesías por el barranco la sarga en dirección al molino de Ena "seguro que conoces" por las pozas heladas haber quien entraba mas adentro , o también arrastras por la bajada hasta la fuente desde la era de casa Benita. No usábamos ninguna protección y la gozábamos un montón. Cuando la goce menos, fue el día 10 de febrero de 1956, que casi me hielo y que comentas en el libro. Para mí, ya había pasado del juego a la obligación...
    Un abrazo

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    1. Ahí está la clave. Pasar del juego a la obligación.. como muchas veces decimos "si nos pagaran por hacer esto no lo haríamos " 😂. El problema fue que los niños no tenían que haber sido adultos tan pronto... un abrazo Andrés!

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