En un metro de bosque
Mi
recomendación de hoy va sobre un libro tan interesante como extraño. Os hablo
de “En un metro de bosque”, de David George Haskell. Una formación de biólogo y unas aficiones propias de
un budista dan como resultado una mezcla muy atractiva.
Su
idea fue acudir a lo largo de un año a un bosque primario cercano (Tennessee),
sentándose siempre en la misma roca y observando lo que ocurría en un pequeño
círculo a su alrededor, lo que él llama el
mandala.
El resto de la realidad comienza a difuminarse y alejarse conforme nos concentramos
Siempre
me provocó experimentar algo similar, así que aproveché este fin de semana que
anunciaban lluvias por doquier, para sentarme en un pequeño vallecito, cercano
y suficientemente tranquilo para probar su recomendación.
Cualquier
bosque primario será más sugerente que las zonas que tengamos a mano, pero
seguro que podremos intentarlo a nuestra escala. Y seguro que nuestra percepción aumentará
conforme perseveremos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY0H4GatAFnWnUYtEDh8ks48VOkx5octdFRapFTw4qXHvu9FTzWXrqQ_kQjNLbEuTd5H0hfE-9oSMjV4Ihy8Pi_FelcOkAMo-Cj_h3KreExDyPssDBQ5iY__i0JvElsuDzpQaSD9o9/s400/portada.jpg)
El libro en cuestión
En
este pequeño ejemplo, aprovecho que el otoño nos revela partes del bosque que
muchas veces nos pasan inadvertidas. Los
pequeños bosquetes de galería y manchas de caducifolios, que en primavera se
camuflan más fácilmente entre el pinar o el quejigar, se nos muestran ahora con
todo su esplendor en tonos amarillos y rojos.
De hecho, justo enfrente y aprovechando el paco de una pequeña vaguada, las hayas han ido ganando el terreno a
los pinos silvestres. Cuando hayan
desplegado su dosel de hojas, poco podrán hacer ya los pinos por recuperar su
espacio.
Estrecho vallezuelo donde me senté
Al
sentarme reparo en una curiosidad. Tras
las lluvias un caracol ha salido a dar una vuelta y ha decidido pararse en una
roca. Rocas que en estas zonas de la
sierra de Guara están llenas de nummulites, pequeños fósiles que delatan los
tiempos en que todo esto era un mar. Me
resultó curioso el caracol parado sobre minúsculas conchas de otros que, como
él, decidieron pararse ahí hace millones de años.
Vaguada con manchas de hayedo
Pude
diferenciar los cantos de diferentes pájaros (el número se incrementó conforme
pasaba el tiempo) e incluso observé un grupo de cuatro o cinco carboneros que
rebuscaban trepando y destrepando por los troncos de los pinos.
Por
encima de mi observé un mostajo en fruto, así que rebusqué por entre el
matorral, y enseguida encontré restos de estos y otros frutos, procesados por
algún vecino del entorno. Buitres y
milanos sobrevolando, nubes lamiendo la ladera…. El listado de todo lo que
puede llegar a nuestros sentidos es infinito.
Mostajo
Por
supuesto, todo aderezado por el intenso olor a tierra mojada que proporcionan
ciertas esporas inofensivas que se desprenden con la lluvia. Existe también una molécula llamada geosmina,
que desprenden diversas bacterias con la lluvia y nos provoca esa sensación tan
agradable a tierra mojada. Se sospecha
que es esta molécula la que detectan los animales que buscan agua, por lo que
tal vez este olor recale en partes antiguas de nuestro cerebro, que guarden
algún vestigio de cuando el hombre tenía que buscar su sustento igual que el
resto de los animales.
Restos de bellotas comidas
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7Ocu_msRsBzFFQOU2sEE6vxGr0_F5s9KPK6c29avAdLHWfXRxKSIvZ2oxjS17B8FOEIEtGWKIUJZwyctUfU1JdCNwauIOJM64sBC5UF8Wtn6P6ddK7H-SiKyk5BE4p2Exn2TXVjaO/s640/musgo.jpg)
Primer plano de musgo colonizando la corteza de pino silvestre
Magnifica experiencia!!
ResponderEliminarVoy a intentarla un día.... lo malo es que yo no me se estar quieto más de cinco minutos....
No te creas, que yo también soy un poco.. digamos, "movido". Pero si pruebas a concentrarte en los detalles, se te pasa el tiempo rápido. Saludos zagal!!
EliminarGeosmina.... Ya no se me olvida!!!
ResponderEliminarHola! Ya puestos, según lo que he leído, las bacterias son Streptomyces coelicolor. Producen unas esporas y a su vez se desprende esa molécula, llamada geosmina (en griego "aroma de la tierra". Saludos!!
ResponderEliminarYo también recomiendo encarecidamente la lectura de este libro. Además de ameno e interesante aporta un estilo de permanecer en la naturaleza. Yo hace años que practico el caminar pausado que sería una visión dinámica de la misma idea: Estar para ver, ver para comprender.
ResponderEliminarGracias Juan Manuel! Viniendo de ti la recomendación, ya no puede quedar duda de que el curioso tiene que hacerse con un ejemplar... Gracias por tu comentario y saludos!
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