Las Pardinas
Pardina Lagé, Esporret, Jabarraz, Lardiés,
Lobera, Montañano, Nofuentes, Salafuentes, del Chaz, Cercito, Gabás,
Nueveciercos, Pequera, Samper Alto y Bajo, Rompesacos, Bisús, Bergosal,
Organiso, Lanzaco, Cerzún, Uruén, Botartar, Legrizo, Altasobre,
Vizcarra, Omiste, Garoneta, Escaletes, Casablanca, Latre, Villamuerta,
Sasal, Fatás, Ordolés, Ayés, Pilón, Aracastiello, Centenero, Fanlo,
Leresé, Arasilla, Catalupera, Lorés, Viscasillas, Bataraguá, Atós Alto y
Bajo, Buesa, Usieto, Latorre, Cuello Baíl, Torre del Portillo,
Pardineta de Bibán, La Isuala , Isábal,
Niablas, Asué, Albás….
Todo el mundo ha oído hablar de las pardinas alguna vez, aunque es un término que no muchos tienen claro. Con este texto espero aclarar alguna duda, así como hacer un pequeño homenaje a una forma de vida ya totalmente perdida. Os pongo también varias fotos de la zona, para provocaros a una más que recomendable visita. Esta zona del prepirineo guarda muchísimos rincones que no tienen nada que envidiar a nadie.
La mayor parte de la explicación está sacada de los “Cuadernos de Trashumancia” del Ministerio de Agicultura.
Cartel en Pardina de Buesa: "Propiedad de la familia Capablo"
Carretera de Anzánigo. Disfrutando de un buen día conociendo Pardinas.
Actualmente puede parecer inverosímil que hasta hace pocos años, una familia viviese aislada en medio del monte, pero nada de lo que ha sido el Pirineo aragonés (socialmente hablando), puede entenderse sin entender lo que
Casa de grandes proporciones y bonita "chaminera", en Ena
Estaba formada por las tres generaciones que
convivían en una misma vivienda, el edificio que albergaba el hogar; los
ganados y las dependencias pecuarias, los campos, los bosques y todo lo
que constituía el patrimonio. Los criados y
los pastores asalariados, cuando los había, también formaban parte de la
casa. Al
frente de la casa estaba el amo, que conservaba el poder mientras vivía.
Cuando moría, le sucedía uno de sus hijos. El resto de los hermanos
podían permanecer trabajando para la casa, sin salario alguno, mientras
estuvieran solteros.
Osia
Este mundo estalló entre 1960 y 1970. Su detonante fue la entrada de la sociedad pirenaica en la economía de mercado, el fin de la vieja autarquía. Al tiempo que se despoblaban, muchas de ellas fueron a parar a manos del antiguo Patrimonio Forestal del Estado, que repobló sus montes con pinos.
Borda en Centenero. Al fondo, Sierra de San Juan de la Peña
Ermita de Santa María de Centenero
El área de difusión de la Pardina se extendía entre
el valle del río Onsella (por el W) y el valle de Vio (por el E.), pero
la mayor concentración se encuentra entre el río Gállego y la sierra de
Santo Domingo. Hay aquí unas sesenta, que constituyen aproximadamente
el 80% del total de las pardinas existentes en el Alto Aragón.
Preciosa y recoleta ermita de Izarbe. Otra visita ineludible en territorio pardinero.
Las pardinas fueron empleadas tradicionalmente
como pastos de otoñada por el ganado ovino trashumante de los valles
occidentales. Conviene
también aquí aclarar la terminología, porque al hablar de pastos se
emplean muchas palabras cuyos significados se solapan. En algunos casos
el término hace referencia a la especie animal que alimenta (boalar), en
otros casos al tipo de explotación agropecuaria en el que se sitúan
estos pastos (pardinas), y en ocasiones en la época del año en la que se
emplean los pastos (aborral). Es decir, que un mismo pastizal puede ser
un boalar, estar situado en una pardina y ser usado como aborral.
Inconfundible Riglos. A su alrededor discurren numerosas vías trashumantes.
Los boalares son las antiguas dehesas boyales, pastos comunales de los que disponían algunos pueblos para aprovechamiento de los animales de labor de los vecinos (bueyes, mulas, caballos y asnos).
Los aborrales son pastos de otoñada que empleaban
los ganados trashumantes de los valles occidentales oscenses. Casi siempre los
aborrales se situaban en las pardinas, ya que están a medio camino
entre el valle de Ansó y los lugares de invernada.
Así pues, las pardinas de Cercito, Lardiés,
Samper y otras, en los términos de Bailo, Longás, Paternoy o Villalangua
se empleaban como pastos de "aborral". Permanecían en el "aborral"
hasta mediados de diciembre y luego partían hacia los lugares de
invernada, situados a 200 ó 300 metros de altitud,
en los valles bajos del Cinca o del Gállego, en el valle del Ebro o en
las Cinco Villas.
Pardina de Ayés, entre Rapún y Abena. Al fondo, Oroel.
El uso de pastos de "aborral" caracterizaba la trashumancia de los Pirineos aragoneses occidentales y la diferenciaba de los orientales. En el valle de Ansó, por ejemplo, se traían los rebaños de
Santa Cilia de Jaca es el gran núcleo central de
las cabañeras occidentales. Allí confluyen los ganados de Ansó, Hecho y
Aragüés. Desde Santa Cilia parten dos rutas principales. Una, más
occidental, atraviesa muchos pueblos y algunas pardinas: Lardiés,
Alastruey, Arbués, Paternoy, Bergosal, Lagé, Visús, Santa María,
Murillo, Ardisa y valle bajo del Gállego, donde invernaban algunos
rebaño.
Camino de Pardina Lagé. Preciosas badinas.
La otra, más
oriental, va por Santa Cruz de la
Serós , pardina de Altasobre, Anzánigo, Ayerbe.
El estar en medio de las vías de comunicación hacía que los pardineros estuviesen al tanto de todas las novedades, muchas veces más que en los pueblos. Un refrán de la época decía: "Un pardinero, un fachendero". Hacía referencia a que tantos años arrendando el extenso territorio de la Pardina hacía a veces alardear de que aquellos terrenos eran en propiedad. Por eso se les decía "fachenderos" (vanidosos).
En la actualidad se pueden visitar muchas de estas pardinas, para hacerse una idea del aislamiento en que vivían aquellas familias. Desde Villalangua hay una ruta que en unas 4,5 horas nos permite visitar varias de estas Pardinas. En la misma carretera pasaremos también por
Foz de Salinas, en Villalangua. Al fondo, Sierra de San Juan de la Peña.
Con un buen mapa se pueden hacer infinitas
opciones. Por
ejemplo, en internet encontramos “Transpardina
extreme”, visitando
Larués-Pequera-Nueveciercos-Cercito-Rompesacos-Lagé-Ordaniso-La Peña.
Santa María de la Peña. La riqueza en madera de su término daba un curioso dicho:
"Santa María de la Peña, todo leña. Triste y Yeste, todo peste"
"Santa María de la Peña, todo leña. Triste y Yeste, todo peste"
"O Carburo". Al fondo, Foz de Escalete
Y la parte 2,
visitando
Alastuey - Esporré - Botayuela - Botaya - Legriso - Búbal - Altasobre - Anzánigo:
Un pastor jubilado de Agüero muy aficionado a
recitar letanías, me contaba chascarrillos relacionados con las
Pardinas:
“Dichosos os que tenéis os amores en Salinas. Yo como no los tengo, me marcho por as Pardinas”.
Actualización: Este texto que habéis leído venía recopilado de otro más antiguo que tenía en otro blog. Hace años que me atraía este tema. Tanto que al final se acabó convirtiendo en mi pequeño tesoro, el libro de "Las pardinas del río Asabón", que probablemente muchos de vosotros ya conozcáis.
Muy interesante.
ResponderEliminarMuchas gracias!
ResponderEliminarPor aquí voy colgando historietas cuando voy teniendo tiempo.
Gracias por pasarte por aquí. Se aceptan sugerencias de mejoras!
lugares que se pueden reconvertir en granjas ecológicas ya que sus tierras muchas veces siguen sin cultivarse. Gracias por el articulo.
ResponderEliminarLa verdad es que hay edificios bien bonitos. El ultimo ejemplo que vi lo escribí en la "Pardina de Ascaso". Es una pena que tan cercanos, tan bonitos y tan perdidos.... Pero aquí la iniciativa privada es complicado que llegue a buen puerto... No sé, ya te digo, complicado aunque bonito! Saludos y gracias por tu comentario!
EliminarGrandes recuerdo de la pardina de Pequera, más de 20 años veraneando con mi familia allí mismo, en camping libre, junto a un manantial de agua cristalina, sus dos chopos, la pista que se dirige a la pardina de Casablanca y por el lado opuesto la pista que lleva a la pardina de Escalete.
ResponderEliminarEn la pardina de Pequera veraneé más de 20 años con mi familia, de acampada. Junto al manantial, los chopos....recuerdos que nunca olvidaré. Enmedio de dos pistas, la que conduce a la pardina de Escalete y en el lado opuesto, la pista que conduce entre otros lugares a la pardina de Casablanca (donde se crió mi madre).
ResponderEliminarVaya lugar bonito, ese vallecito donde está Pequera!. Que montón de historias escondidas en un valle también escondido!. Me gustaría consultarte un par de cosillas sobre Casablanca, a ver si puedo mandarte un mensaje con Google+. Un cordial saludo y gracias por tus comentarios!
Eliminar