Ojalá su sendero esté siempre igual de nítido.
De momento me conformo con mostrarle los caminos que conozco, con la esperanza de que dentro de unos años, cuando esté frente a ellos y los encuentre más vestidos, recuerde la ruta y sepa desemboscarse sola.
Felices cinco, mi chica.
Tu preciosa chica en poco tiempo te esperará en las altas montañas y te dirá; papáaaaaa ya estoy aquíiiii, te estoy esperando hace mucho rato, que me canso de esparárrrrr.........
ResponderEliminarLe ha hecho mucha gracia tu comentario a mi hija.. :-). :-). Un abrazo fuerte, Andrés!!
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